Amado mío

Hoy,miro tras la ventana de mi habitación. Llueve, es un día gris. Irónicamente el clima refleja mi alma , vacía y sin gracia. No oigo  más que el llanto del cielo, y no falta mucho para que yo siga sus pasos. Definitivamente de los buenos este no es un día , ni una semana , mucho menos un mes.

Estoy hundida en esta grave depresión, son ya lejanos los días en los que soltaba una sonrisa, incluso una carcajada, las cuales sólo se daban cuando tú te encontrabas junto a mí ,hace ya mucho tiempo.Solía ser tan dichosa, lo único que me bastaba, eras tú. 

Hasta aquella fría noche  de invierno, en la que con lágrimas en tus ojos me dijiste cuanto me amabas, tomaste mi mano y uniste tus labios con los míos .Esa fue la última noche que pasé contigo. Al despertarme , me di cuenta que a mi lado no te hallabas y decidí buscarte. Sin embargo, lo único que puede encontrar fue esa carta, claramente hecha con tus propias manos en la que expresabas todo el amor que tu por mí habías sentido pero también el placer culpable que inundaba tu cuerpo cuando te encontrabas a mi lado, el cual no era saludable ni justo para ninguno de los dos.Relataste los momentos mas hermosos que vivimos juntos. Esa hubiera sido la mejor lectura de mi vida  si no hubiera leído el final de la página donde yacía un poema:


Amada mía yo cada día
espero que puedas comprender, 
aunque muy duro debe de ser
el nacer para luego padecer
del dolor causado por aquel
que te amó al anochecer.


Amada mía yo cada día
ruego por tu perdón, 
por que sea sincero y sin rencor.
En el nombre de nuestro amor.


Y así te fuiste sin dejar pistas,solo tus huellas en mi piel.

No lo comprendo amado mío, porque decidiste alejarte de mí, dejarme sola y destruida.Tu sabías que soy indefensa y vulnerable, dependiente e insaciable  del inmenso amor que yo aún siento por tí.
Pero también descubrí que no puedo depender de tu llegada si de verdad era yo tu amada debiste haber regresado ya, no quiero esperar hasta el final. Para mi nuestro cuento aquí se ha de acabar.